Tres veces entré acá desde que publicaste esto y es porque quedé prendado. Casi herido en mi orgullo... como si (y quizás esa fórmula sea vacua y no quepa analogía alguna acá) me hubiese hecho un cortecito con el borde de un papel y me doliese menos de lo que me molesta saber allí la marca en el cuerpo, el brazo, la mano, el dedo, el cuerpo.
Celebro el filo de los poemas que además de cortos son cortantes.
Tres veces entré acá desde que publicaste esto y es porque quedé prendado. Casi herido en mi orgullo... como si (y quizás esa fórmula sea vacua y no quepa analogía alguna acá) me hubiese hecho un cortecito con el borde de un papel y me doliese menos de lo que me molesta saber allí la marca en el cuerpo, el brazo, la mano, el dedo, el cuerpo.
ResponderEliminarCelebro el filo de los poemas que además de cortos son cortantes.